ESCAFANDRA ¿Qué está de moda? | Blanca Vázquez


La moda muere joven.
Jean Cocteau


Somos redes humanas, redes que se embrollan en sus propias penurias y algarabías. Nos exponemos a que otros ojos nos inspeccionen y sólo vean un aspecto, el que nosotros deseamos, click! foto con filtro, comida en algún sitio, viajes, amores pasados, esperanzas, gustos culposos –como dice mi querida amiga-, frases poéticas, me gustas de todo y de nada. Lecturas oculares en segundos, amantes de la poesía y del arte, captura de seres inexistentes, exacerbación de odios, insultos multiplicados a mil. Una vorágine que nos ha atrapado. Somos lo que elegimos. Una moda de estar en todos lados y al mismo tiempo en ninguno.

Simmel[1] decía que la moda era la hija que el pensamiento tenía con la estupidez. ¿Duele no? Quizá a estas alturas una sonrisita aparezca en su rostro porque se suele pensar que sólo en las pasarelas se encuentra esta palabra, pero no. La moda nos mantiene en constante cambio en los usos y costumbres más cotidianos: Comida, sexo, vestuario, ritos, sueños, guerras, relaciones sociales, recuerdos, felicitaciones de cumpleaños… todo se va hilvanado en ella, imagino como si alguien confeccionara con nosotros lo que se le venga en gana.

En la Ciudad de México venden una bolsas de costal, rayaditas y muy grandes para que aquellos que van al famoso Barrio de Tepito puedan comprar y atiborrar de mercancías sin temor a que ésta se rompa. Yo imaginé que éramos los únicos usuarios de tan magnífica bolsa, pero no; sucede que en Tailandia[2] estas bolsas son comunes y se venden igual de baratas que por estos lares. Hasta aquí ustedes se preguntarán qué tiene que ver con la moda, bien, sucede que la casa Balenciaga[3] encontró estas bolsas y decidió venderlas en sus lujosos escaparates y sí, se vendieron y lo siguen haciendo, así podemos ver que mujeres y hombres traen al hombro una simple bolsa de costal pero con una marca chick. Un fabulista de antaño decía que aunque se unieran la mayoría de los cerebros del mundo se encontrarían inermes contra cualquier estupidez que esté de moda. Y sí. Así es.

Imitamos para sentir que estamos dentro de un círculo especial y aún aquellos que creen no seguir moda en su actuar también la llevan a cabo, porque otros le observan y quieren o pretenden ser como él. Por ejemplo, la cafetería del centro se atiborra porque algunos clientes creen que como ahí se reúnen políticos, escritores o periodistas algún día será como ellos y beben y beben café. ¡Vaya enredo! Un carrusel donde nos perseguimos unos a otros, pero con paso de corcel llevamos la frente en alto creyendo que somos únicos.

Las clases sociales de los estratos más bajos ven impuesta esta constante vanidosa de las clases en el poder, demos una vuelta por los supermercados: agua natural -¿?- con sabor, almohadillas para el lápiz, comida baja en sales, sin gluten (y en ocasiones ni se sabe el por qué pero se consume); Fridas Khalos hasta en los zapatos, bebedores de whisky, whiskey, wiski o güisqui al fin y al cabo marea aunque lo combinen con manzanita. La moda va mostrando el estancamiento de la sensibilidad. Por cierto, ¿Qué está de moda en la literatura?

Para leer:
* Dana Thomas. (2007). Deluxe. Cuando el lujo perdió su esplendor. Barcelona: Urano.
* Georg Simmel. (2014). Filosofía de la moda. España: Casimiros.
* Marie Darrieussecq. (2007). Marranadas. España: Anagrama.
* Mario Vargas Llosa. (2012). La civilización del espectáculo. México: Alfaguara.


[1] George Simmel fue un sociólogo y filósofo alemán que continuamente se preguntaba qué era la sociedad y qué influía en ella.
[2] El último objeto de deseo de la moda: la bolsa de la compra de 2 euros que Balenciaga vende por 2.000. Leer nota
[3] Balenciaga es el nombre de una marca española que sólo confecciona para clases sociales pudientes.

BLANCA VÁZQUEZ nació en el Distrito Federal, en 1973. Su vida ha transcurrido en el estado suriano de Guerrero. Estudió Literatura Hispanoamericana y es maestra en Estudios Socioterritoriales y doctorante de Literatura. Ha publicado Los letargos de Artume (La Tarántula Dormida); Ojos de lechuza (Rojo Siena) y El corazón en la mano (Editorial Fridaura). Imparte clases en la Universidad Autónoma de Guerrero. Email: itasavi1@hotmail.com

Ilustración | Aurore de La Morinerie

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